La primera visita al dentista es un tema muy controvertido y existen diferentes opiniones al respecto. Aunque lo más habitual es acudir cuando se ha completado la primera dentición, que suele ser a los tres años, la recomendación general de los odontólogos es que los niños acudan por primera vez al dentista cuando hayan salido las primeras piezas dentales, que suele ser tras cumplir un año.
¿Cómo es la primera visita al dentista?
La primera visita al dentista debería ocurrir cuando empiezan a salir los primeros dientes. El odontólogo revisará los dientes de leche, las encías y los posibles problemas de mordida. A partir de ese momento, se tendrán en cuenta los antecedentes genéticos de los progenitores y habrá que llevar al niño al dentista al menos una vez al año para llevar a cabo una revisión.
Para que los niños se habitúen a esta rutina, una buena solución es permitir que te acompañen a tus visitas al dentista. De esta manera, lo normalizarán con mayor facilidad y verán que no es nada malo.
Prevenir en casa es fundamental
Cuando los niños aún no tienen dientes, es conveniente limpiar sus encías suavemente con una pequeña gasa humedecida para que se convierta en un hábito regular.
Lo importante es no postergar las visitas al dentista y cepillar los dientes de los niños para evitar enfermedades bucodentales en cuanto aparezcan los primeros dientes. Ahora bien, hazlo sin dentífrico, ya que no es conveniente usarlo antes los dos años, y recuerda que cuando empieces a usarlo, debe ser siempre un dentífrico adecuado a su edad.
A partir de los tres o cuatro años, los niños deben ir aprendiendo a hacer esta tarea ellos solos; siempre supervisados por un adulto para asegurarnos de que lo están haciendo bien.
Si tienes dudas sobre cómo enseñar a tu hijo o hija a cepillarse los dientes correctamente, no dudes en preguntarle a los profesionales cómo hacerlo y te lo explicarán con todo detalle.
No hay que temer al dentista
Para muchos niños (y también para muchos adultos), ir al dentista se convierte en una auténtica pesadilla por el miedo al desconocimiento y al posible dolor. Por eso, es muy importante que desde el principio normalicemos la vista al dentista y les expliquemos a los niños que no hay nada malo en ello; sino todo lo contrario.
Podemos entender que si en algún momento, el niño o la niña tiene una experiencia negativa en el dentista, pueda tener miedo, y habrá que ir haciendo que desaparezca poco a poco, pero en muchas ocasiones son los propios padres los que le transmiten este miedo a los niños.
En ningún momento debes amenazarlos si siguen comiendo chucherías, y debes felicitarlos si cumplen con su labor. Todo esto debemos hacerlo desde que los niños son muy pequeños y empiezan a tener conciencia de lo que supone ir al dentista.
En nuestra clínica dental Ana Claros en Mijas y Fuengirola atendemos todo tipo de enfermedades bucodentales de los más pequeños. Si se acerca su primera revisión en breve, no dudes en consultarnos y te resolveremos todas las dudas.